Llueve en la ciudad


http://ojosnegros-lluevenenlaciudad.blogspot.com/

Lo que tenía que decir sobre los blogs personales ya lo dije en mi entrada anterior y no lo repetiré ahora, pero cuando visiono el blog que hoy analizo me intriga una cosa, el elevado número de comentarios que tiene cada entrada. En este blog no se aporta nada novedoso, pero el desafío y la clave de su éxito es, una vez más, el carácter intimista de lo aquí escrito.

Blogger, una vez más, y es que esta plataforma es el nido perfecto de los blogs sin aspiraciones, el elemento gratuito puesto al servicio de todos. El blog "Llueve en la ciudad" es otra expresión más del minimalismo, con una plantilla elegante pero que está más vista que las palomas en Plaza de San Marcos de Venecia. No tenemos un footer estructurado en una ovarias columnas, y la sidebar sólo tiene 3 apartados, seguidores, archivo y datos personales. ¿Por qué? Porque aquí no se dan informaciones superficiales y de poco interés, y la autora, Ojos Negros, no tiene que mostrar al mundo ninguna otra cosa que el fondo de su corazón y lo acertado de su pluma.

Por ello, descuida elementos básicos como la elección de una buena imagen de cabecera, pues aunque la que hoy nos ocupa tenga su aquél, no deja de ser demasiado alta y demasiado estrecha. Además, se ha permitido la licencia de poner letras blancas en una foto en blanco y negro, donde abunda el fondo blanco, perdiéndose el texto en el fondo. Mal.

También añade una frase introductoria "Conviértete en una gota de lluvia sobre mi mente", de forma groseramente chapucera, a lo bruto, sin adornarla o centrarla, lo que me deja claro que Ojos Negros no tiene mucha idea sobre lo que es hacer un blog.

Y peor aún es que uno de sus pocos gadgets, el de "Datos personales", sólo sirve para decir que Ojos Negros es mujer (¿verdad o mentira? pues ya sabemos que siendo mujer, el éxito en la blogosfera es algo más fácil) y que su correo electrónico es el que es. Para eso, señora mía, quite ese gadget y ponga uno que se llame "Correo electrónico". Este inquisidor es totalmente contrario a la moda de no decir absolutamente nada sobre uno, pues aunque se quiera guardar en cierta forma el anonimato, hay que decir algo sobre quien escribe, aunque sea poco, y más cuando estamos ofreciendo un espacio personal y creativo (literariamente). El lector quiere saber algo más del que escribe. La curiosidad es innata al ser humano.

Pero vayamos al meollo de este blog, su contenido. Ojos Negros es otra de esas personas que dice escribir para sentirse libre, impulsivamente, sin pensar siquiera. Loable, pero al menos, corrija la falta de ortografía de su primera entrada, ya que alguno podría pensar mal. Este blog es una sucesión de pequeños relatos (la autora ha conseguido hacerse con una buena parroquia a base de no aburrirles con textos kilométricos con mil adornos literarios) y de magníficas fotografías, que evidencia su buen gusto y su inquietud artística ¿no es la fotografía un arte? Que cada uno piense lo que guste.

Un acierto que la autora ha tenido es usar un tipo de letra grande, mejorando de una tacada dos conceptos, la legibilidad de su obra y el relleno de algunos posts, a veces muy muy escuetos. Estos posts son tremendos, directos a la intuición de la persona que los lee, flotando siempre en el aire una pregunta destinada al lector, que no es un simple elemento que propicia un diálogo, sino parte activa en la historia que lee, en la que se involucra siempre, debiendo tomar decisiones de concepto a cada palabra que lee. Es todo un lujo que una persona pueda ejercitarnos tan sabiamente la mente con apenas 3 líneas de texto.

Además de la longitud de los textos, la lectura es muy rápida porque a Ojos Negros no le gusta demasiado poner comas, limitándose a las extrictamente necesarias, manteniendo una agilidad viable en la lectura y obligando al lector a ejercitar su memoria para no perderse por no recordar el inicio de la frase.

No es raro que Ojos Negros tenga tal número de seguidores, que además son participativos, porque entrar en su web es todo un aire fresco que nos mueve el cabello en la mañana y que nos predispone al optimismo durante todo el día... si la lectura es matinal.

Una lástima que visualmente no esté un poco mejor planeado.

Veredicto del inquisidor: 

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